Acá finaliza y empieza unos de
los capítulos de esta historia, primero permítanme presentarnos…, Soy Julio y
mi esposa es Andrea, somos guatemaltecos pero vivimos en la Ciudad de México estamos
casados desde el 2009, tenemos 2 hijos de cuatro y dos años. Nuestra historia
es simple, pero estamos muy orgullosos de ella. Tenemos 4 años de correr, algo que
empezamos como hobby y hoy festejamos. En nuestra primera maratón hemos logrado
clasificar ambos para Boston.
Son cuatro años de muchas
experiencias de vida y emociones que iremos compartiendo mientras vamos
actualizando nuestro día a día para esa gran carrera que a partir de hoy quedan
9 meses.
Lo primero que les contaré es el
final de nuestro primer capítulo, la carrera de la clasificación… San Diego
Rock ´n Roll Marathon.
Andrea siempre muy paciente y
entusiasta me platicaba mientras transcurrían dos horas.
Finalmente cruzamos la frontera y la primera parada era Las
Americas Premium Outlet. Luego de unas buenas compras nos dirigimos a San Diego
buscando una cama y una buena piscina. Llegamos al hotel, descansamos un poco y
luego cenamos en Phils BBQ, que es una cena obligatoria en San Diego.
El sábado fue un día para conocer
un poco las playas, recoger nuestro número y descansar. Cada momento en el que
recuerdas el gran reto el corazón se acelera. Ese sábado las calles se
empezaban a pintar de maratón. Llegamos a la expo, todo muy bien organizado
y con varias ofertas de los patrocinadores. Decidimos tener un almuerzo light y
una cena con pasta y a descansar al hotel.
Nuestro domingo empezó a las 4
AM, salimos del hotel hacia el metro que atraviesa toda la ciudad para evitar
el tráfico en coche. Era lindo ver los vagones llenos de corredores que como nosotros van
con la misma ilusión.
La línea nos dejó como a 1.5km
de la salida. Son momentos en los que trato de olvidar la ansiedad dándole ánimos
a Andrea…, otra vez juntos, nuestros primeros 42.2 km de distancia y con un
objetivo… clasificar a Boston. Nos colocamos justo atrás de la linea de salida,
nos tomamos las fotos respectivas y le pedimos protección a Dios para lo
que estabamos próximos a vivir. El trabajo acá ya está hecho, rezamos
para que nos mantenga lejos de cualquier lesión o accidente en el trayecto.
Empieza la cuenta regresiva y
sale la estampida de corredores…, me coloco entre un grupo hasta delante de aproximadamente
25 corredores y dejo atrás a la Andrius. Durante los primeros 10 km el
recorrido tiene bastante bajadas en las cuales llego a un paso de 3:30/km
bastante mejor de lo esperado. El sol sigue bastante tenue, hay poca gente
apoyando por ser de los primeros en pasar.
El corazón está a un excelente
ritmo, entrenar a 2,200 mts y bajar a nivel del mar es una bendición el día de
hoy. Aun así estoy consciente de lo que me espera…una subida bastante ruda en
el km 32 de casi dos km.
Justo cruzo el km 21.1 y reviso
mi reloj…WOW unos excelentes 1:19:21…, el 50% de la distancia está cubierta, me siento fuerte, aunque empiezo a ver los primeros rayos de
Sol.
En el km 24 me empiezo a sentir
solo, veo hacia adelante un corredor como a 300 mts y hacia atrás no
veo a nadie. La carrera inicia su trayecto más fuerte, a subir.
En la inconciencia de disfrutar
del cansancio noto algo que nunca había notado, un pinchazo fuerte en la pantorrilla derecha. Inicia un calvario que no tenía planificado,
justo en el km 27 empiezo con un calambre que no me permite ir mas allá de un
paso de 5:00 por km. Empiezo hacer las
cuentas mentales de cuanto llevo y si con ese paso logro terminar la carrera.
Aparentemente el gap que traigo es suficiente.
La tranquilidad regresa hasta que
llego al km 32 y recuerdo que aún tenía un gran problema que solventar. Esa famosa
subida. El dolor del calambre y la debilidad en las piernas se vuelve
exponencial. El paso cae a unos 6:30 por km. Es el momento de no pensar.
Empiezo a ver cómo me rebasan varios corredores. En toda la subida no hay un
solo puesto de abastecimiento y sé que si paro el dolor se va a intensificar.
Solo recuerdo cuando le dije a mi
esposa que no necesitaba esas pastillas que nos regalaron en la Expo contra calambres porque nunca había sufrido uno…
Después de 14 minutos de batalla,
logro coronar la subida… hacer cuentas de nuevo. Vamos por el km 35, tiempo
2:23. Creo que las fuerzas me alcanzan para cubrir los 3:10 necesarios para
Boston sin forzar. El trabajo está hecho. En ese momento sabía que lo había
logrado. De acá en adelante el trayecto es bajada.
Empiezo a pensar en Andrea, ¿cómo
irá? Después de vivir esa famosa subida le pido a Dios que le de las fuerzas
necesarias para poderla cubrir. Estoy casado con una guerrera espartana.
Finalmente llego a la meta 3:02:14 (click para ver recorrido y altimetría)El
cansancio no me permite celebrar. Quiero agua y descubro que tenían una gran
sorpresa para mi…litros y litros de leche chocolatada casi congelada. Recojo
la medalla, preciosa.
Mi mente solo está en un lugar,
saber cómo va Andrea. Esa espera se me hace interminable y me siento en la
banqueta. El cansancio hace que cierre los ojos un par de segundos, que
terminaron siendo como 20 minutos sin darme cuenta. Me despierta de nuevo toda
la algarabía. Veo el reloj, hago los respectivos cálculos y sé
que Andrea debe de entrar en los próximos 5 minutos para también clasificar a
Boston.
Empiezo a ver hacia todos lados y
allí aparece la figura de mi guerrera, también exhausta, pero como guerrera
espartana, con la presa en sus manos. 3:38:24, su tiempo clasificatorio era
3:40:00. Nos fundimos en un tremendo abrazo y reafirmo en ese momento que estoy
casado con la mejor mujer del mundo…, Boston, here we go!!!
Enhorabuena!!!! Conseguir esos tiempos en la primera maratón no es nada fácil. Se nota que habéis hecho un buen trabajo. Ahora a seguir disfrutando y a seguir peleando por conseguir otra gran marca en Boston. Un saludo
ResponderEliminarGracias Isaac, veo que también eres corredor, saludos desde México DF.
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